miércoles, 1 de diciembre de 2010

Novena en honor a la Inmaculada Concepcion: Dia 3


Señor Jesús, Tú que nos dejaste como madre y educadora a tu Santísima Madre, has que Ella nos enseñe a acoger tu palabra, a conservarla y a meditarla en nuestro corazón como lo hizo durante toda su vida. Que nos aliente a decirte “Si” viviendo la obediencia de la fe. Que nos ayude a estar firmes en la fe, constantes en la esperanza, perseverantes en la caridad y siempre dóciles a tu palabra. Amén.


Oración preparatoria para todos los días


Salve, Madre Inmaculada..."El Señor, Dios Altísimo, te ha bendecido más que a todas las mujeres de la tierra" (Jdt 13,18). Y no hay en ti mancha original. "Dios te salve, María, llena de gracia". Un eco suavísimo resuena en el corazón al pronunciar este día las palabras del ángel: "Dios te salve, María. Llena de gracia..." (Lc 1,28). El misterio de la eterna calma y de la eterna virginidad. Pura, intacta, incontaminada. Tus hijos a una cantan tus glorias y se regocijan en la más grande e íntima de tus fiestas. "Dios te salve, María, llena de gracia... Toda hermosa eres, María, y no hay en ti mancha original".


“Toda hermosa eres, María, y no hay en ti mancha...”.Quien fija en ti su mirada, Madre toda Santa, no pierde la serenidad, por duras que sean las pruebas de la vida. Aunque es triste la experiencia del pecado, que desfigura la dignidad de los hijos de Dios, quien recurre a ti, redescubre la belleza de la verdad y del amor, y vuelve a encontrar el camino que lleva a la casa del Padre.


“Llena de gracia” eres tú, María, que al acoger con tu “sí” los proyectos del Creador, nos abriste el camino de la salvación. Enséñanos a pronunciar también nosotros, siguiendo tu ejemplo nuestro “sí” a la voluntad del Señor. Un “sí” que se una a tu “sí” sin reservas y sin sombras, que el Padre quiso necesitar para engendrar al hombre nuevo, Cristo, único Salvador del mundo y de la historia. Amén


TERCER DÍA: POR LA CRUZADA-MILICIA (SANTIDAD LAICAL)

La llamada de los Papas y el concilio Vaticano II a que, “Los laicos puedan realizar su vocación en el mundo y alcanzar la santidad no solamente comprometiéndose activamente a favor de los pobres y los necesitados, sino también; animando con espíritu cristiano la sociedad, mediante el cumplimiento de sus deberes profesionales y con el testimonio de una vida familiar ejemplar” hacen ver al Padre Morales la importancia del laicado en las estructuras actuales, por eso de entre sus convicciones mas firmes, destaca la llamada del laicado a la santidad y su potencial evangelizador. La movilización del laicado, en hondura y extensión, será su gran obsesión apostólica. Ideal que se hace realidad con la fundación de la Cruzada - Milicia de Santa María.


“Vivir en el mundo sin ser del mundo” portadores de la cruz de Cristo bajo la protección de Santa María, los Cruzados viven el carisma siendo fermento en el mundo, actuando como la levadura, es decir escondidos en la masa, formado parte de ella, desapareciendo pero sin dejar de ser fermento… una vocación consagrada que se vive dentro de la vida secular, en el mundo, en medio de los hombres, prolongando la Encarnación. “Inmersos en el mundo, trabajan, luchan, sufren, gozan, pero también hacen redención amando. Abandonados bajo la mirada del Padre y tomando a la Virgen como Madre, se hacen niños para Dios y, sin preocuparse del día de mañana, se fían del Padre de los cielos que sabe bien todo lo que necesitan. Viviendo a lo Nazaret, reforman estructuras convirtiendo corazones. Transforman eficazmente el mundo sin darse quizá cuenta. La familia de Nazaret le enseña a ser grano de trigo que cae en la tierra y muere para llevar mucho fruto” (Hora de Laicos.)


“Mi vida se puede describir como una serie de encuentros decisivos con la persona de Jesús, a través de las mediaciones que Él ha querido poner. Conocí la milicia de Santa María en 1974 y un año después me “conquistaron”. Me atrajo su manera de ser, de vivir…luego hice mis primeros Ejercicios Espirituales, lo cual supuso una revolución para mi vida interior... Narrándonos la historia de la Cruzada (en una convivencia de verano) surgió en mí el deseo de consagrarme a Dios. El Señor me llamaba a la Cruzada de Santa María, me llamaba a consagrarme en medio del mundo, para seguirle por medio de mi profesión y para conquistar el mundo de los jóvenes para Cristo y su Madre. Ingresé el 8 de diciembre de 1980. La llamada del Señor y la vocación en la Cruzada lo unifican todo: mi dedicación a los jóvenes, especialmente en la Milicia, y mi vocación profesional a la docencia. (Fernando Martín H. Director General del I.S. Cruzados de Santa María)

“Llena eres de gracia” Inmaculada Madre de Dios, protege a tu Cruzada- Milicia que tanto bien hace a la juventud, y en especial te encomendamos a nuestro Director, para que seas su guía en el camino hacia la santidad. Amén.


Rezar un Padrenuestro, tres Avemarías y un Gloria, y luego pide lo que por intercesión de la Inmaculada deseas conseguir de esta Novena. A continuación se dirá la Oración final


Dios todopoderoso y eterno, por intercesión de la Inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo, concédenos, te rogamos; escuches nuestra oración y alcancemos la gracia de la salvación eterna. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén

1 comentario:

  1. Hola Felipe, buena lectura, sobretodo,para los que no vamos a la Milicia por motivo de trabajo, pero que estamos en el Mundo en este caso Profesional, estas palabras inspiran.

    Saludos,

    Gustavo Zavala.

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